Seguimos na procura de poemas que foron ou son musicados. Nesta ocasión o poema é un clásico que durante moitos anos todos os nenos e nenas aprendimos na escola e, co tempo, a primeira estrofa xa forma parte da nosa memoria poética.
A sorpresa hoxe, é escoitar este clásico da literatura española en versión case Heavy metal.
LA CANCIÓN DEL PIRATA.
Con diez cañones
por banda,
viento en popa a
toda vela,
no corta el mar,
sino vuela,
un velero
bergantín;
bajel pirata que
llaman
por su bravura
el Temido
en todo el mar
conocido
del uno al otro
confín.
La luna en el
mar riela,
en la lona gime
el viento
y alza en blando
movimiento
olas de plata y
azul;
y ve el capitán
pirata,
cantando alegre
en la popa,
Asia a un lado,
al otro Europa,
Y allá a su
frente Estambul:
-Navega, velero
mío,
sin temor
que ni enemigo
navío,
ni tormenta, ni
bonanza
tu rumbo a torcer
alcanza,
ni a sujetar tu
valor.
Veinte presas
hemos hecho
a despecho
del inglés
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.
Que es mi barco
mi tesoro,
que es mi Dios
la libertad;
mi ley, la
fuerza y el viento;
mi única patria,
la mar.
Allá muevan
feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más
de tierra,
que yo tengo
aquí por mío
cuanto abarca el
mar bravío
a quien nadie
impuso leyes.
Y no hay playa
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pecho
a mi valor
Que es mi barco
mi tesoro,
que es mi Dios
la libertad;
mi ley, la
fuerza y el viento;
mi única patria,
la mar.
A la voz de
¡barco viene!,
es de ver
cómo vira y se
previene
a todo trapo a
escapar:
que yo soy el
rey del mar
y mi furia es de
temer.
En las presas
yo divido
lo cogido
por igual:
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival.
Que es mi barco
mi tesoro,
que es mi Dios
la libertad;
mi ley, la
fuerza y el viento;
mi única patria,
la mar.
¡Sentenciado
estoy a muerte!
Yo me río:
no me abandone
la suerte,
y al mismo que
me condena
colgaré de
alguna antena
quizá en su
propio navío.
Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di
cuando el yugo
del esclavo
como un bravo
sacudí.
Que es mi barco
mi tesoro,
que es mi Dios
la libertad;
mi ley, la
fuerza y el viento;
mi única patria,
la mar.
Son mi música
mejor
aquilones,
el estrépito y
temblor
de los cables
sacudidos
del negro mar
los bramidos
y el rugir de
mis cañones.
Y del trueno
al son violento,
y del viento,
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado
por el mar.
Que es mi barco
mi tesoro,
que es mi Dios
la libertad;
mi ley, la
fuerza y el viento;
mi única patria,
la mar.
JOSÉ ESPRONCEDA.
Poñédevos en pé, a poesía tamén é puro rock and roll!
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