Este venres a recomendación literaria ven en forma de
pistas. A ver se sodes capaces de adiviñar de que libro se
trata.
1ª pista: acaban de cumplirse os 150 anos da súa
publicación. Pero isto non é un problema, xa que de seguro que todos coñecedes o conto, e ata o leíchedes.
2ª pista: un dos personaxes é un sombrereiro, que está un
pouco tolo. Ao parecer os sombrereiros de hai tempo, perdían a cabeza a causa
da inhalación de mercurio e pegamento que utilizaban ao fabricar os sombreiros,
3ª pista: existe unha enfermidade que consiste en que a
persoa percibe os obxectos moito máis pequenos e afastados do que realmente son
o están. Esta patoloxía ten o mesmo nome que o conto.
4ª pista:o desenvolvemento do libro é unha partida
de xadrez. Aparecen os movementos da raíña, dos cavalos, etc.
E por último, a derradeira pista. Este é un fragmento
do contó:
El Gato sonrió al ver a Alicia.
Parecía tener buen carácter, consideró
Alicia; pero también tenía unas uñas muy largas y un gran número de dientes, de
forma que pensó que convendría tratarlo con el debido respeto.
– “Minino de Cheshire”, empezó algo
tímidamente, pues no estaba del todo segura de que le fuera a gustar el
cariñoso tratamiento; pero el Gato siguió sonriendo más y más. “¡Vaya! Parece
que le va gustando”, pensó Alicia, y continuó: “¿Me podrías indicar, por favor,
hacia dónde tengo que ir desde aquí?”.
– “Eso depende de a dónde quieras llegar”,
contestó el Gato.
– “A mí no me importa demasiado a dónde…”,
empezó a explicar Alicia.
– “En ese caso, da igual hacia dónde
vayas”, interrumpió el Gato.
– “…siempre que llegue a alguna parte”,
terminó Alicia a modo de explicación.
– “¡Oh! Siempre llegarás a alguna parte”,
dijo el Gato, “si caminas lo bastante”.
A Alicia le pareció que esto era innegable,
de forma que intentó preguntarle algo más: “¿Qué clase de gente vive por estos
parajes?”.
– “Por ahí”, contestó el Gato volviendo una
pata hacia su derecha, “vive un sombrerero; y por allá”, continuó volviendo la
otra pata, “vive una liebre de marzo. Visita al que te plazca: ambos están
igual de locos”.
– “Pero es que a mí no me gusta estar entre
locos”, observó Alicia.
– “Eso sí que no lo puedes evitar”, repuso
el gato; “todos estamos locos por aquí. Yo estoy loco; tú también lo estás”.
– “Y ¿cómo sabes tú si yo estoy loca?”, le
preguntó Alicia.
– “Has de
estarlo a la fuerza”, le contestó el Gato; “de lo contrario no habrías venido
aquí”.
XA TEDES A RESPOSTA?
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